La conozco desde hace más de 10 añsb, cuando me invitaron a formar parte de un proyecto nuevo, que luego llamaríamos fuera del resto. La primera vez que la vi estaba sentada en la sala de su casa, se puso a cantar un par de canciones. Apenas escuché su voz sabía que esa chica tenía algo que nadie más tenía: un talento sobrenatural. Daniella es una una de las más capas en Lima, desde mi humilde opinión. Siempre he sido su fan, así que este rollo está sesgado. Aunque en realidad, es bastante honesto.

Conoce má de ella: Su facebook  o su Soundcloud

 

 

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Cuando el artista está producido por otro, creo que es otro rollo. Porque todos perdemos objetividad sobre nuestras cosas, en algún momento. Siempre nuevas perspectivas sirven.

A veces es cuestión de química sobre quién lee tu esencia; a veces nos juntamos con gente que no nos sabe leer.  Me he juntado con un montón de gente por eso.

Daniella siempre dice las cosas de frente, lo que le sale de la mente, casi como sin filtro, como sus canciones. Suelta verdades que a veces no todos somos capaces de decir; unos gustos, una confesión, y que luego de compartir, espera no haberse pasado de la raya. Porque una ciudad como esta aún no está preparada para tanta honestidad. Por eso me cae tan bien y siempre he entendido su forma directa de pensar.

Cuando no tengo las cosas claras, fluyo con las personas a mi lado. Compositores o arreglistas. Yo no compongo mucho con instrumento ahora, no sé de música.

He tratado de estudiar música este verano, pero un amigo me decía “Creo que te va a limitar saber más de música”. 

Sería paja tener más claro qué es lo que estoy haciendo y por qué.  Llamo a algunos amigos y les pregunto qué acorde es eso que estoy tocando.

Pero la música es algo marciano para mí. Es como querer tratar de enseñarle a leer a una persona de treinta con deficit de atención y dislexia.  Mi cerebro ya no la hace. 

No saber de música, me aleja de poder decir que soy músico. Yo hago canciones, pero decir que soy músico me queda grande. 

Autodidacta: Así somos muchos de los músicos en nuestra escena independiente. Hoy Lima está cambiando sobre esa idea; el que ya dos universidades estén dictando la carrera de música como profesión, empezará a crear una distinción entre quienes estudiaron y quienes no. Pero creo eso nunca debe estar directamente relacionado a quién sea el más talentoso. Eso es algo en lo que debemos cuidarnos, bajo mi punto de vista, saber o no teoría musical no te hace un mejor o peor intérprete, solo te hace conocer mejor el idioma.

Creo que la gente es la que debe decidir si considera a alguien músico o no músico, o profesional o no. En algo tan subjetivo como el arte, la percepción es todo. Saber o no de teoría te hace una persona técnica pero no un artista. Creo hay una fuerte confusión sobre ello, aunque tampoco hay una idea totalmente cierta y clara.  Daniella tiene un talento que nunca necesitó de la teoría y técnica para expresarse, al menos no en el nacimiento de sus ideas. ¿Cómo explicamos eso?

La profesión es a lo que te dedicas, de lo que ganas. Los títulos son otra cosa.  Yo no leo música.  No soy música.

Y además no me quiero poner ninguna etiqueta. Pero si tuviera que llamarme algo, me puedo denominar una artesana de canciones. Me gusta ese término.  Yo solo tengo mis canciones, las moldeo, las voy armando desde mi punto de vista.

La palabra “artesanal” es algo que hemos estado escuchando mucho últimamente en el Perú. Desde las cervezas, las pizzas y ahora en la música. Y personalmente creo, fuera de usos marketeros,  que en la música es una excelente forma de explicar esa generación de artistas no teóricos que encuentra su propia forma de expresión. Y que conectan mucho con la gente.

Que tienen una forma artesanal de componer, sin seguir las reglas de cómo se debe hacer, sin pensar en fórmulas escribas en un libro, sino pensar “a mí me gusta cómo suena así”. Yo me considero así.

La diferencia entre poder decir músico, artista, médico o algo así. Cuando trabajas con población vulnerable, si debes tener ciertas calificaciones. Esa es la población que viene que a buscarte por una cura o una necesidad. 

(Daniella es psicóloga)

Esa también pueden ser las mismas personas que buscan curas en la música, pero como bien me dice Danie, no buscan la música como ayuda profesional. No se puede ser un psicólogo artesano quizás. Pero sí puedes hacer con tus manos algo genial. Pero aún así, haciendo las cosas “artesanalmente” o “profesionalmente”, en la música los límites llegan de otros lados. De lo que te encasillen, de lo que creen que debe “ser”.

Acá me consideran pop, cuando estuve en España me hablaban de Indie Folk.  Pero hoy en día todos somos mezclas de todos, no hay razas, no hay géneros. Hay propuestas. 

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El público es lo que ha más ha cambiado.  Pero nos seguimos quejando de la piratería. 

Creo que la piratería ya dejó de ser el problema principal de la industria musical peruana. Antes hablábamos de las copias piratas, hoy se habla del público que no va a verte, que no consume, el público estático para géneros alternativos. Hoy se habla de que no hay apoyo. Hace 10 años la discusión no era “no van a vernos”; no se cuestionaba a la gente. Hoy ha cambiado. Sin el apoyo de la radio, las cosas han mutado.

Desde mi opinión, es como si hoy músicos y bandas estuvieran de alguna manera enfrentados. No todos obviamente. Danie tiene un grupo de fans fieles. Que deberían ser miles más, aunque eso sea subjetivo. Pero los mismos músicos estamos a veces con dudas sobre cómo apoyarnos, el público tampoco lo sabe. Deberíamos empezar por damos cuenta que separados o sin un interés común, no vamos a generar ningún cambio en nadie.

Los mismos músicos a veces nos ponemos trabas. Nos cobramos mucho. Nos pedimos poner en lista. Pedimos que toquen gratis. 

Se ha vuelto más difícil hacer música en Lima. Hay como que cofradías, argollas mucho más fuertes. En todo. Pero hay gente increíble en el mercado, te ayuda, apoya, trabaja en conjunto pero eso no quita que ahora esté más difícil.  

No sé cuál es el problema exactamente (sobre la escena no despega) la industria musical es tan complicada, a veces el mismo empresario, el que a veces vemos mal, es el que tampoco genera dinero. No es que ellos sean los malos.

Hoy hay herramientas que nos permiten llegar a mucha gente, es cierto. Pero eso hace que nuestro contenido deba ser mucho más auténtico.  Pareciera que el público es más crítico y agresivo.  Eso puede ser porque las redes sociales nos están llevando a exponerlos al límite, es muy difícil ocultarnos, nuestras formas de pensar,  eso saca nuestras peores -y mejores-, cualidades. Eso hace conexiones más fuertes. Más intensas.  Para bien o para mal.

——-Saliéndome un poco del tema, esa exposición continúa nos pone en un sistema de estar a la defensiva. Explicación teórica de los trolls. ——

Yo busco no perder dinero al menos.  Aunque hago música para ser querida. Porque me gustan las relaciones se crean con los que les gusta mi música. 

Porque en ese “riesgo” que es la sobre exposición en internet hoy, está la oportunidad que ya muchas bandas locales han aprovechado. Como Danie en su Facebook y en sus presentaciones.  Y no solo sobre colgar o no un video en youtube, sino pensar en una estrategia de comunicación online; que permita en algo seguir en la lucha sin el poder de las radios. Como ha pasado en otros rubros.

A veces puede ser que solo necesites colgar una canción para conectar. Como pasó una vez en lo que fue fueralderesto, a veces necesitas años de estar detrás de tu guitarra y pantalla para generar una audiencia – sin el apoyo masivo-. Cualquiera sea el caso, no se puede trabajar solo; ni con ideas de hace 20 o 30 años. (Como la música que siguen pasando en las radios).

Así como nos hemos enfocado tanto en la diversidad gastronómica, ¿por qué no hacerlo con la música peruana? Hay tantas propuestas acá. No solo música tradicional. El soul peruano también es parte de nuestra cultura, ¿no?

Pero aquí es como si necesitamos decir “ya esta persona es y nadie más”, ¿por qué solo tenemos que tener solo un ícono?  Creo que es el error de los auspiciadores por ejemplo. Tendemos a eso ahora. 

¿Por qué no tenemos escalas de grises? Es un problema de los peruanos. Nos pasa en todo. Como sociedad pecamos en eso.

Nosotros mismos nos atacamos como músicos. Por ejemplo, el pop está desprestigiado. Acaso Ceratti o Michael Jackson eran una basura? Pero en Peru, hacer pop, no va. Nunca intermedio.

No podemos seguir dividiendo el mundo entre buenos y malos. 

Los dejo con todas estas ideas que a mí me dejan pensando. Son temas de fondo sobre el público y los artistas, de lo que está pasando en nuestras esquinas, en donde alguna propuesta esté pensando salir. Las oportunidades no van a cambiar solo por el gran apoyo de medios masivos, sino por una evolución de nuestra mentalidad como ejecutante y oyente. Desde un punto de vista “artesanal” de la música, todo el que la cree para conectar, dispuesta a ponerla en vitrina, y no solo para vender, tiene un paso adelante.